Hola,

Me llamo Mercedes, vivo en Castellón de la Plana casi toda mi vida aunque nací en Barcelona. Casada y con dos hijos estupendos, hago de este blog un trocito de mi vida cotidiana. Aquí viajo con mis recetas a mi manera, me reafirmo en mis raíces, crezco y aprendo como cocinera pero sobre todo, me emociona saber que el blog viene conmigo, que me ancla en mi mundo, mi hogar y mi gente.

Tenía la buena costumbre de levantarse temprano, ese día no fue la excepción.

Se duchó, afeitó y perfumó para seguidamente bajar a preparar su desayuno que consistía en un café largo bien cargado, tocado de leche y unas tostadas, unas veces dulces y otras saladas, ese día decidió que serían dulces.

Salió como cada mañana del año con la taza en la mano al pequeño jardín, era una delicia y estaba cuidado con mucho mimo y cariño, lo olía, olía ese cariño que su esposa que ya no estaba, había puesto en cada detalle, en cada segundo de dedicación, la echaba de menos, aunque cuando estaba allí, la sentía, incluso sentía que podía tocarla.

Una vez terminado su café, entró en casa para ordenar la cocina antes de ir al trabajo, encendió la radio para enterarse de las noticias, se sorprendió al oír al presentador dar los buenos días, no lo podía creer.

- ¡Es sábado- se dijo- que cabeza la mía y rió para sus adentros!

- Bueno, como es sábado hoy toca compra.

Además, ese sábado, tendría visita, la visita que todos los meses esperaba con ilusión, sus hijos y nietos estarían todo el día revoloteando por toda la casa, lo pondrían todo patas arriba, su hija le cambiaría las cosas de sitio para que le fuese más cómodo encontrarlas, para luego él en cuanto se hubiera marchado, las pondría de nuevo en su lugar.

Su hijo cortaría el césped del precioso jardín, aunque, no tocaría ni una sola rama de las distintas plantas que allí había, él ya no tenía fuerzas para arrastrar la pesada maquina, pero si para podar las bellas plantas que ella había criado y cuidado, era su momento, le hablaba e incluso a veces cantaba su canción.

Cómo se había levantado temprano para ser sábado, fue a la compra antes de lo habitual, cogió la lista que durante la semana iba confeccionando y salió cerrando la puerta con una gran sonrisa.

Una vez hecha la compra, llego a casa, acomodó cada alimento en su sitio, se puso ropa cómoda y empezó con las tareas domésticas antes de empezar a cocinar.

Arregló el salón, limpió polvo, sacudió cojines y pasó la aspiradora, así hizo con toda la casa y cuando hubo terminado, miró el reloj para comprobar que le sobraba tiempo hasta que llegaran.

Salió al jardín con las tijeras de podar con el fin de cortar alguna flor para el jarrón central de la mesa, nunca se había percatado de esos pequeños detalles, hasta ahora.

Cortó con sumo cuidado alguna rosa blanca, otras rojas, ahora solo necesitaba algo de esparraguera y listo, la esparraguera estaba empezando a brotar y no quiso estropearla, así que se agachó para cortar alguna ramita de debajo, al levantar la mata, vio una planta que no conocía, era bonita, pensó, aunque le pareció un hierbajo, tiró de ella con el fin de arrancarla y salió una zanahoria, otra y otra más.

- ¡Lo has conseguido cariño! Has conseguido tus tan deseadas zanahorias moradas.

Las llevó a la cocina con una inmensa alegría, las lavó y limpió, eran preciosas, de un color purpura intenso y de olor dulce.

Se dispuso a preparar una tarta que ni el mismo sabía cómo hacer, consultó un libro para la masa y el resto fue saliendo solo, el resultado, una "Tarta de otro mundo" como él bautizó y así hizo saber a sus hijos y nietos que devoraron en un santiamén.

El día terminó, todos se fueron felices, cerró la puerta y supo que siempre tendría esas preciosas zanahorias moradas en su vida.




Tarta salada con zanahoria morada y calabaza. "Tarta de otro mundo"

Ingredientes:
   Para la masa:
  • 100 gr de harina de espelta.
  • 125 gr de mantequilla a tª ambiente.
  • 1 huevo L.
  • Mantequilla y harina para el molde.
   Para el relleno:
  • 200 gr de zanahorias moradas (limpias).
  • 100 gr de zanahorias naranjas (limpias).
  • 270 gr de calabaza con piel.
  • 1 diente de ajo.
  • 200 gr de queso holandés rallado, yo Gouda semicurado.
  • 1/2 cucharadita de pimentón.
  • 1 huevo.
  • 3 cucharadas de aceite de oliva.
  • Sal.
  • Pimienta.
Preparación:
   Masa:
  1. Batimos la mantequilla, añadimos la harina y el huevo. Trabajamos hasta obtener una masa homogénea.
  2. Forramos la masa con film transparente y la dejamos reposar durante 1 hora en el frigorífico.
   Relleno:
  1. Cortar la calabaza sin pelar retirando las pepitas, pelamos las zanahorias y las cortamos en cuatro partes a lo largo.
  2. Pelar el ajo.
  3. Poner un a hoja de papel vegetal sobre la bandeja del horno y repartir la calabaza, las zanahorias y el diente de ajo cortado.
  4. Rociar con aceite de oliva y salpimentar.
  5. Asar las verduras al grill unos 20 minutos.
  6. Sacar, reservar las zanahorias y quitar la piel de la calabaza y picar con un tenedor junto con el pimentón y el ajo.
  7. Añadir 150 del queso que tenemos rallado (reservar 50 gr) y el huevo batido.
   Montaje:
  1. Horno a 180º.
  2. Sacar la masa del frigorífico y con ayuda de un rodillo extenderla sobre una superficie enharinada.
  3. Colocarla sobre el molde que habremos untado con mantequilla y espolvoreado con harina.
  4. Recortar los bordes de la masa, pinchar el fondo de la masa con un tenedor, cubrir con una hoja de papel vegetal y cubrirlo con garbanzos con el fin de que la base no suba al hornearse.
  5. Hornear durante 15-20 minutos.
  6. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla, retiramos los garbanzos.
  7. Una vez fría la masa, extendemos sobre ella la preparación de huevo batido con queso y calabaza que tenemos preparada.
  8. Disponemos las zanahorias y espolvoreamos con el queso que tenemos reservado.
  9. Introducimos en el horno 10-15 minutos más o hasta que esté el queso dorado.







Esta tarta es una delicia, el nombre de "Tarta de otro mundo" no lo inventé yo, es el que lleva la propia tarta es el libro que la saqué "Tartas para todo el año" Recetas dulces y saladas de RBA revistas S.L.
La podemos hacer sin las zanahorias moradas y queda igual de rica, de echo la receta original no las lleva, la he adaptado a mi gusto y el resultado es lo que veis, un tarta salada llena de color y sabor.



Aquí tenemos el corte.

Muchas gracias por vuestra visita.
¡Espero que os guste y también pongáis zanahorias moradas en vuestra vida!

Tarta salada de harina de espelta con zanahoria morada y calabaza o Tarta de otro mundo

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